Conmemorar implica construir memoria y para ello necesitamos recordar. Nos gusta la palabra recordar; proviene del latín re-cordis: volver a pasar por el corazón.
La PAZ no es un sitio idílico, ni una palomita blanca con una ramita en su pico; es un complejo de derechos que necesita materializarse en términos de integralidad para ser realidad. No podremos hablar de PAZ mientras tantas y tantos padezcan la violencia del hambre y la exclusión, cualquiera sea su causa. Necesitamos construir un nuevo concepto de PAZ buscando las alternativas para resolver nuestros conflictos desde la diversidad y en la unidad, uniéndonos para construir alianzas estratégicas y redes que proyecten nuestras propuestas y nuestras acciones.
Ese primer llamado sigue plenamente vigente. Nos convoca a recrear nuestra opción por acompañar a todas y todos quienes desde diversos lugares construyen movimiento social. Porque el proyecto de una vida digna para nuestros pueblos es nuestra esencia y necesitamos revitalizarlo día a día.
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